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Cuento Maravilloso

Una lección para Amatista

Todo inicia en un reino llamado Ítalo, en el que, por estos días, se acercaba la fecha de la coronación de la princesa Amatista; uno de los eventos más importantes y anhelados por todos los ciudadanos de la población. Para este, se destinó más de un mes en tan solo preparativos. Con el gran banquete, la emoción se esparcía por el aire, la primavera florecía en torno a las circunstancias, y todos, menos la princesa Amatista, que pasaba a diario mirando el atardecer en su ventana, mientras navegando en sus pensamientos y dilemas, contemplaba el devenir de su reino, de pronto, notó que algo le asustaba: cierta responsabilidad y peso que recaería sobre sus hombros en los días próximos. Sin experiencia, sin consejos, sin guía alguna; solo tenía unos zapatos que llenar y ¡vaya zapatos! Su padre el Rey actual, reinó durante, aproximadamente, medio siglo, y, después de un personaje como su progenitor, iba a ser muy complicado llegar a ganarse la aceptación y respeto de sus súbditos con su mandato. Sumida en sus pensamientos Amatista tomó la decisión de su vida e inició a empacar lo primero que vio en su armario, mientras pensaba en que, el único obstáculo que se interponía para llevarlo a su cabo era la huida.
Se acerca la noche y con todos los preparativos al orden, la princesa espera a que todos en el castillo estén dormidos. Conoce los recorridos por los guardias como la palma de su mano, así que para evadirlos será pan comido, lo que no advierte es el peligro que corre de ser sorprendida en el reino por una gran alarma que hará que su huida se convierta en modo: “lo más rápido que den sus pies”. Corrió por la parte trasera del castillo rápidamente, cegada por el anhelo de huir lo más lejos posible de allí, hasta encontrarse inmersa en la espesura de un bosque, de no ser por este atajo, su plan de escape fracasaría. Verificando que nadie notara su desvío al bosque prohibido de su niñez, buscó una de las copas de los árboles más altos para trepar y armar una carpa. No deseaba ser devorada por criaturas nocturnas, hoy no; hoy buscaba libertad.
Al despertar, los rayos del sol iluminaban su dorada cabellera y profundos ojos verdes; hasta no estar completamente despierta no notó que un excéntrico animal de casi 3 metros la miraba con curiosidad y extrañeza. La princesa al estar al tanto de la situación, ahogó un grito y trató de controlar la situación, el liderazgo formaba parte de ella y de sus venas, así que se armó de valor, vocalizó y trato de sonar lo más convincente y relajada posible al articular las siguientes palabras: “¿acaso has perdido la cabeza?, dejad de estar tan cerca de mi presencia o sed el próximo a castigar en mi reino”. Cuando el ser vivo a su lado escuchó la voz, exclamó con un bufido: “sólo quiero darte sombra y evitar que mueras de frío”.
De pronto, oyeron una voz que se acercaba murmurando una extraña melodía, la figura tenía en sus manos un jarrón que visualmente servía para recoger agua, y esto le hizo pensar en que debía haber un pozo cercano. Esta, al percatarse del dragón y de la joven en las alturas, alzó la mirada diciendo “mi niña ¿qué estás haciendo tan arriba?, ¡baja o una tragedia sucederá!” Amatista al oír la voz, pudo notar que no era peligrosa, así que bajó lentamente, susurró “Hola” y pidió disculpas por haberla preocupado. Se trataba de una joven, que a su vez, respondió el saludo, mientras Amatista miraba nostálgicamente el jarrón como si la transportara a otro lugar y momento. La joven se presentó como Ámbar e interrumpió sus pensamientos explicándole que su trabajo consistía en ser cuidadora del bosque, tanto de los visitantes, como de sus habitantes.
Mientras la joven Ámbar narraba sus anécdotas, Amatista notó una brillante piedra violeta que colgaba de su delgado cuello, los destellos se hacían más fuertes cuando dirigía su mirada al dragón. De pronto dijo al dragón: “ve y sigue con lo tuyo”, a lo que este tomó vuelo, dejando a su paso pequeños remolinos de hojas secas hechas por la corriente de aire con sus alas. Ámbar amablemente la invitó a su casa, estaban a poca distancia y allí, todo era mágico: las plantas se movían de lado a lado al escuchar el extraño murmullo que seguía componiendo de sus labios, las aves volaban al ritmo por toda la casa, crecía todo tipo de flores y alimentos en el jardín que Amatista jamás había probado. En medio de una amable charla le contó su mayor problema y sobre el miedo a tomar el trono, pues la joven Amatista no se sentía capaz de asumir el poder. Ámbar muy cortés la escuchaba, la aconsejó, le ofreció posada para que pensara mejor el rumbo de sus decisiones y, le dijo que ya en la mañana, la acompañaría de vuelta al reino o a un nuevo rumbo dependiendo de lo que la princesa decidiera el día de hoy. La habitación de huéspedes quedaba en el último piso de la casa, cuando la princesa se acomodó en el lugar, abrió con gran esfuerzo una ventana que parecía no haberse usado en años y tiró del pestillo para dejar que la luz de la luna alumbrara sus dulces ojos. Notablemente, no esperaba encontrarse con el panorama al otro lado de la ventana: el reino ardía. Una figura planeaba en círculos y soltando bufidos y bolas de fuego. Cada vez que lo hacía, el castillo era más parecido a una estrella, como el sol.
Al ver que su castillo ardía en llamas, la joven sintió una horrible punzada de culpa. Pensaba que, de no haber huido, nada de eso habría sucedido. Ámbar la tranquilizó diciéndole que tal vez el destino había querido sacarla de ese castillo para evitar su muerte. Le ofreció una tacita de té para calmar sus nervios, diciéndole que conocía a cada criatura del bosque y sabía que ese dragón jamás había sido fácil de tratar, pues, en variadas ocasiones había quemado su hogar. Mientras hablaba, la princesa notó que un extraño destello, de nuevo, provenía del collar de su cuello. De repente la princesa comenzó a sentirse cansada, relajada, tanto, que al articular cada palabra sentía lentitud, hasta que cerró lentamente sus ojos y se recostó en el sofá.
La bruja Ámbar, rio maquiavélicamente al dar por hecho el éxito de su plan y, silbando la extraña melodía, convocó al instante todos los animalitos del bosque a la espera de las órdenes a su ama: ¡“desásganse de ella, me daré un gran baño y quiero que, al volver, ella ya no esté aquí” ¡. La bruja no vio necesario el porte de su collar, así que se quitó y lo descargó en la mesita al lado de la princesa, ¡“ya no lo necesito”!, y caminó hacia su cuarto. Lo que nadie sabía era que Amatista aún podía escuchar. Trataba de mover sus dedos y a cambio, obtenía una lenta y débil respuesta de sus torpes manos. Los animalitos la contemplaban de pies a cabeza ideando la forma de cargarla y sacarla fuera de la casa. La princesa esperó a que los pasos se alejaran a una distancia considerable que le permitiera pasar desapercibida. Descubrió que el collar estaba a escasos centímetros de su cabeza y que era éste la clave del poder de la bruja.
La adrenalina le recorrió todo el cuerpo, pero ella se armó de valor y ordenó a su mente hacer el mayor esfuerzo posible para tomar con manos propias el artefacto. Al instante, sintió la fría y brillante piedra en sus dedos y la tomó con fuerza en sus manos, para sorpresa de sus acompañantes. Rápidamente lo puso en su cuello y de inmediato, percibió el control que éste ejercía en las criaturas mágicas. Así que ordenó a todos que ayudaran a apagar el incendio del reino, y éstos, obnubilados y sin objetar, acudieron.
De otro lado, Amatista se dirigió sigilosamente a la habitación de Ámbar, a la que sorprendió frente a frente. Al hacer el contacto visual la bruja nubló sus ojos y entró en trance, y, Amatista le ordenó que se quedará por el resto de su vida en tras los muros de esta casa, a lo que asintió la bruja, dio media vuelta y se acostó en la cama. La princesa corrió lo más rápido que pudo de vuelta a su hogar ayudada con la luz de una mágica mariposa que iluminó el camino para salir del espeso bosque, ya en medio del recorrido, imaginó su castillo, a su padre corriendo gritando desesperadamente, a los habitantes luchando con lo que podían para apaciguar las llamas; los imaginaba llorando abrazados a su familia aterrorizados por el dragón.
Amatista no pudo soportar semejante panorama, las lágrimas caían, pero ella seguía corriendo sin parar, con el corazón latiendo desbocadamente. Al llegar a una de las torres más altas, gritaba desesperada para llamar la atención del dragón, pero no atendía el llamado. Entonces comprendió al quitárselo, que el portador del collar tendría hipnotizado a la criatura voladora, pues cuando se lo retiró del cuello, el dragón paro su vuelo y sacudió su cabeza desorientado “¿qué ha pasado?”, preguntó. A lo que ella respondió: “lo he entendido todo”, dejó caer el collar a sus pies y con una fuerte patada lo arrojó a las llamas, en cuestión de un parpadeo, la piedra del collar explotó en pedazos, dejando a su paso un humo violeta espeso que fue evaporándose a la par con el fuego. A la vista de todos tan sólo quedaron cenizas de lo que alguna vez fueron casas, carruajes y árboles.
Los guardianes del castillo al ver la cercanía entre el dragón y la princesa, acudieron armados alertados por el peligro. La princesa al ver el rumbo de sus acciones, los frenó de ipso facto y les explicó por qué la criatura había actuado de esa manera. De entre la multitud apareció el rey con los ojos brillantes de ilusión al ver a su hija sana y salva. “Mi niña ¡¿a dónde habías ido?!” y corrió a abrazarla “¡ya todo pasó papá!”, respondió Amatista entrelazada en sus brazos.
La princesa decidió volver a su hogar y poner frente a la situación. Llegó en compañía de su fiel guardián el dragón, al que aceptaron en el reino dadas las circunstancias, pues era inocente y le debía su vida a la valiente princesa. Llegado el día de la coronación, Amatista habló con su papá frente a toda la población presente, y aceptando su responsabilidad por lo sucedido, ofreció enmendar su error con todo su corazón y con todo lo que esté al alcance de sus manos. Evidenciando que su fiel amigo se quedará para cuidarla y aconsejarla por siempre; el padre sin dudar asintió y con la corona real en manos, la posicionó en la cabeza de su hija, susurrándole al oído: “aprendiste que fuera de casa no siempre vas a encontrar respuestas, sin embargo, has encontrado el significado de preocuparte por algo más importante que uno mismo: velar por un reino y hacerle caso al corazón”.

Con una estrecha sonrisa, la princesa se inclinó para recibir la corona, el cetro y la espada real, y, volteando, saludó por primera vez como soberana, recibiendo las ovas de todo el pueblo de Ítalo. Fin



Escritos periodísticos - literarios


Nueva delincuencia en San gil
Por: Carol Yulieth Gutiérrez

     San gil, es un pueblito de paso o ciudad en crecimiento que tiene como sobrenombre la Perla del Fonce, la cual está ubicada geográficamente en camino Bogotá – Bucaramanga, para ser más exactos en la ruta 45ª, la cual es una de las carreteras más importantes en Colombia, y hace que hace algunos años se haya tomado el impulso de crecer, ya que es denominada la capital turística de Santander, y un portal a la práctica de deportes  extremos, una de las grandes ventajas de vivir aquí es que todo está cerca por el momento, puedes caminar durante quince minutos de un lado a otro y fácilmente llegar al lugar de destino, igualmente es rodeada de pueblos coloniales que inmortalizan las costumbres autóctonas del departamento ya sean culinarias, musicales o puntos de acceso culturales; hablando del más conocido: Barichara, nombrado como patrimonio nacional, un pueblito que conserva su colonial arquitectura y al visitarlo es un viaje en el tiempo, también tenemos a Curití, Ocamonte, Onzaga, Mogotes, Valle de San José, Charalá, Pinchote y Socorro.
      Soy originaria de San gil, nací, me crie y actualmente formo parte de los ciudadanos que a diario caminan hacia una vida rutinaria en el sector, cuando escucho las vivencias de sus visitantes logró notar una perspectiva diferente, ellos valoran cosas que paso por desapercibido habitualmente, es llamativa por sus colores, cantidad de zonas verdes, un río atraviesa la mitad del espacio, el cuál aprovechan las empresas para practicar uno de los deportes extremos como lo es: el canotaje.
      Como sitios frecuentados tenemos el Malecom, Parque natural El gallineral, las arepas de el zaguán, los batidos de la plaza de mercado, comida típica del ganadero y para los que quieren gozar de una experiencia de primera mano, se les recomienda; pero… ¿qué sucede cuando analizamos desde otra perspectiva? Al ser un frecuente punto de partida y gran acogida a sus visitantes, puesto que algunos quedan tan encantados que optan por la decisión de convertirlo en su nuevo hogar.
La gran variedad de forasteros es diversa, algunos se quedan para generar una buena acción y enriquecer ésta pequeña ciudad, pero otros en cambio optan por degradar los principios educativos y rompen la confianza que se mantiene entre los habitantes, no desarrollan asertivamente proyectos positivos, si no que se aprovechan de la amabilidad para beneficio propio; un acto que es considerado egoísta, y es nuevo en la región: la delincuencia.
      En éste universo limitado encontramos residentes: paisas, costeños, bogotanos, boyacenses, nariñenses, cucuteños incluso llegamos a encontrar panameños, peruanos, estadounidenses y venezolanos; éstos últimos tienen una cifra significativa en la región, ya sea que se hayan venido por la desafortunada situación del país vecino o por voluntad propia.
     Doy ésta última nacionalidad como tema específico ya que se evidencian casos de hurto con una leve amenaza de arma blanca que visualmente se nota que el delincuente no sabe lo que está buscando, me refiero a los últimos robos que se conocen en la región; hace algunos días se registró en ésta modalidad el robo de un celular de gama media, una joyería en acero y los espejos de una moto, notando que es alguien sin experiencia que ejerce su funcionabilidad con lo primero que ve.
     Ante ésta alarmante situación los entes gubernamentales están haciendo lo que más se puede, pero pienso que no trabajan en equipo, es decir, la policía cumple con su función de atraparlos, pero en los procesos fiscales lo que hacen es llenar un proceso en su historia y en menos de 24 horas salen en libertad, considerando el motivo que no son un peligro para la comunidad, pensamiento erróneo.
     Resaltamos las campañas de concientización que por parte de la alcaldía mensualmente se hacen las visitas a los colegios con mayor índice de revolucionarios, dado que es alarmante las jóvenes edades de los delincuentes, no superan la mayoría de edad. En algunos casos son controlados por un grupo de malhechores, aprovechándose hacia su juventud evitando sospechas de sus actos en primera instancia.
     En cumplimiento con la ley, la policía nacional y el ministerio de defensa adelanta restructuraciones en la localidad para mejorar su pie de fuerza  con nuevas instalaciones, aumento de la fuerza pública, tecnologías; con el fin de aportarle al municipio más seguridad a sus residentes y visitantes, siendo San gil, la capital turística de Santander.


Un Caótico Problema
Por: Mayra Alejandra Sanabria
Eran las 12.00 del mediodía, de un 23 de diciembre, en un caluroso y soleado clima, San Gil, capital turística del departamento no tenía ni un cupo más en los parqueaderos, su temporada vacacional dio un flujo de gente que no se esperaba, la capacidad de sus instalaciones colapso, y no tenían ninguna opción de emergencia, en sus carreteras solo se escuchaban pitos y la molestia de la gente al no ver orden en sus direcciones, ningún semáforo, gran congestión vehicular y peatonal.
Esta ciudad presenta muchas falencias en este sentido vial, se hicieron modificaciones en sus sentidos, pero no es suficiente para controlar las horas pico, y en especial ya que se convirtió en capital turística del departamento, los extranjeros viajan a San Gil, se necesita orden ya que el flujo de gente es mucho mayor a comparación de hace unos años, la conciencia no es suficiente, se necesita tomar alguna medida, ya que San Gil es una ciudad en crecimiento.
Los accidentes que se han generado en los últimos años han dejado varios muertos en las carreteras de esta ciudad, jóvenes que abusan de la velocidad, pero también personas que se caen en huecos o que se resbalan porque las pendientes no están en las mejores condiciones, ya que San Gil está rodeado de montañas, realmente es un hoyo.
El transporte informal no tiene regulaciones del todo, y en esto los consumidores deberían ser más consientes ya que se han presentado situaciones en las últimas semanas, se vieron 2 casos de que un domiciliario no le dio los vueltos a una joven de un billete de $50.000, se fue huyendo, y otro caso donde una persona envío sus compras a casa y nunca llegaron, es por esto que se debe controlar, la necesidad de las personas a veces lleva a cometer estos actos, y no es por justificar, pero la problemática social que también se está viviendo por la mala economía está avanzando en esta ciudad.


Más de 500 taxistas protestaron en Tunja por UBER
Por: María Fernanda Casas Barrera

La ciudad de Tunja, fría y tranquila, con deseos de ponerse gris su cielo, su tranquilidad serena es interrumpida por una procesión un poco singular. No son las carrozas del Aguinaldo, ni los desfiles de colegiales en fiestas patrias, ni la procesión cotidiana cada que hay entierros, era una fila interminable de la caravana amarilla que recorrió las principales vías de la ciudad exigiendo al gobierno nacional que la plataforma Uber sea reglamentada.

Al respecto las autoridades locales  confirmaron que no hubo bloqueos ni alteraciones al orden público en desarrollo de aquella manifestación conformada por cientos de pequeños vehículo amarillos con pasajeros lánguidos y con caras tristes, algunos con ojos de angustia. Eran los ojos de los familiares de los conductores de taxis que  también participaron en esta singular protesta, pues están angustiados, según el líder de este gremio, Efrén Fiayo, quien reiteró que siete vehículos que pertenecen a la plataforma Uber, están circulando y prestando el servicio de transporte en la ciudad de Tunja.

Esta ciudad acostumbrada al servicio que  prestan estos vehículos denominados amarillitos, conducidos por hombres de todas edades, que sienten una gran amenaza, ante un enemigo informal, el vehículo particular que ahora es llamado desde las casas para recoger a pasajeros que cómodos y seguros, ahora   están dejando de salir a la esquina de la casa a ver que taxi los lleva al centro de la ciudad o a la plaza de mercado y luego  que lograban subirse a un taxi, en un recorrido que no pasa de diez a quince minutos, en el que tienen que escuchar a todo volumen la música de carrilera, o de despecho o escuchar las conversaciones angustiosas y groseras del conductor con interlocutoras amorosas que le reclaman desde el otro lado de la línea y en últimas aguantarse el mal genio o el mal olor en el ambiente vehicular, y que ahora  encuentran una alternativa de servicio, ágil, seguro y el cual es solicitado por teléfono.

Ante esta situación, el vocero de esta gran masa de vehículos que formaban una gran columna amarilla el pasado diez de mayo  y que con sus sonoros pitos dejaban constancia de su disgusto.  “Es necesario que el gobierno nacional reglamente esta plataforma y que todos tengamos, las mismas condiciones” afirmaba  el vocero de los taxistas en la ciudad de  Tunja, ciudad que está quedando en el pasado, y está comenzando a experimentar la ola de la globalización, con la llegada de innovaciones en los servicios, nuevas formas de competencia a la que no estaban acostumbrados los tunjanos.


Invasión del espacio público, ahora ¿qué harán con los vendedores ambulantes?
Por: Edgar Mauricio Avendaño

San Gil, Capital Turística de Santander se ubica sobre la vía nacional por la ruta 45-A. toma en este nombre ya que es el centro de los diferentes sitios agradables al público reconocidos a nivel nacional, además que está cerca a otros municipios igualmente reconocidos.
La permanencia en el municipio de san gil se destaca por los bellos paisajes, la gentileza de sus gente, los diferentes sabores gastronómicos que allí se producen catalogándolos a nivel nacional como uno de las regiones que más variedad de comida posee, y sin duda el plato de comida especial y más apetecida por los turistas son las muy famosas hormigas culonas únicas de la región.
En todas las ciudades el sector comercio se ubica en la zona céntrica, pero en San Gil varia ya que en el sector conocido como el malecón también es una zona amplia de comercio, ya que allí se ubican las oficinas de deportes extremos que son llenas a toda hora por los turistas que deciden disfrutar  de los deportes extremos, al igual allí se ubica el muy famoso parque Gallineral es por ello que el comercio se corre hacia este sector.
Es una ciudad que ha venido creciendo en la última década es tanto  que hasta parece que sus calles se han vuelto más pequeñas, pero esta problemática nace desde mucho tiempo atrás, cuando se empezaron a ver brotes de poca inteligencia vial y la falta de parqueaderos caso que provoco la reducción d las vías con el fin de que no hubiera espacio para estacionarse, esto fue casi un éxito aun así siguen deteniéndose en las vía generando congestión vehicular, con la amplitud de las aceras también aumentaron las ventas ambulantes, que con más ver ahora eran el problema ya que los peatones se bajan sobre la vía vehicular poniendo en riesgo sus integridad, fueron chas las campañas para reducir las ventas ambulantes, propuesta de reubicación que al son de hoy no se sabe que vaya a pasar, ya que este año empezó a regir el nuevo código de policía y convivencia ley que promete ser una ayuda para esta situación.
Como turista me sentí un poco perdido ya que hay ciertas calles que son cerradas, al igual se ve mucho desorden los comerciantes se ubican en las aceras haciendo que las personas tengan que caminar por la vía de los vehículos causando congestiones vehiculares, en especial los días domingos y entre semana en las horas pico que es donde más aumento de vehículos se presentan, no hay parqueaderos cercanos al centro y los pocos que hay se llenan muy rápido, en los alrededores del parque no se puede estacionar porque es prohibido, todo es un desorden.
Entable conversación con una persona que se ubica en el parque vendiendo bebidas y me conto que la problemática de los vendedores creció tanto que ya el parque era prácticamente de ellos y que esto aumentaba siempre en las temporadas de vacaciones o festividades ya que son muchos los vendedores ambulantes que llegan de otros lados generando que se presenten desorden, la autoridad policial hace lo pertinente dice ella, aun así es un caos, con el código de policía ya se terminaron las ventas ambulantes ya que va en contra de la ley, solo aquellos que llevamos más de 20 años laborando somos los que podemos estar pero hasta el 30 de junio donde según el señor alcalde los reubicaran ¿Dónde? No se sabe, lo cierto es que ya se va allegar la fecha y ellos están preocupados ya que no se les puede vulnerar el derecho al trabajo.
 Frente a esta problemática, la alcaldía municipal tiene un plan de ubicar a estos vendedores en el sector del malecón, ya que es un punto estratégico para que realicen su actividad comercial, todo está en que antes del 30 de junio se realice el censo pertinente de los vendedores y la adquicion de las casetas donde se puedan ubicar par que cuando llueva no interfiera con sus labores, al igual en este sector hay servicio de seguridad por parte de la policía nacional, así que no habrá problema para que estén allí, lo que si es cierto es que estas gestiones se puedan dar lo antes posible.
En mi tiempo de estadía logre generalizar la convivencia del municipio, ya sé que lugares son agradables para distraerse de la monotonía de las selvas de cemento, ya que estos municipios aún no han sido contagiados por las grandes empresas constructoras aun así ya hay brotes de edificaciones, es muy importante que las comunidad cuide el entorno en el que habitan ya que estos lugares son para darles buen uso.





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